En las 2 entradas anteriores sobre el bullying creo que he plasmado una idea clara de cuál es el problema y quiénes son los actores involucrados. También he señalado su gravedad, aunque sin entrar en detalle acerca de las consecuencias.

El bullying puede poner a nuestros niños en peligro de muerte. Hay colegios y escuelas donde estudiantes que son integrantes de maras asesinan a sus propios compañeros. Las amenazas a las que se ven sometidos los demás alumnos y maestros que son testigos de estos hechos, no permiten que hagan las denuncias respectivas y las autoridades policiales no hacen nada al respecto. Existen otros casos en que las niñas tienen miedo a ser violadas sexualmente. La inseguridad que sienten las lleva a tener trastornos emocionales severos.

Sin embargo, ésta no es la única forma de muerte que ocasiona el bullying. Debido al impacto emocional y psicológico tan serio que tiene en las víctimas, éstas sufren de depresión, ansiedad, baja autoestima y una desesperación que las lleva a tener ideas de suicidio. ¡Sí, sus hijos pueden llegar suicidarse! A ese nivel llegan las consecuencias del bullying. En el país hubo un caso muy conocido de un niño de un colegio privado que se suicidó a causa del constante acoso al que estaba sometido por parte de sus compañeros. ¿Están en la cárcel esos bullies? ¡NO! Así de impunes quedan los acosadores.

Los estudiantes que sufren de bullying comienzan a aislarse y llegan a un punto en el que no quieren ir a estudiar por ningún motivo. Esto genera deserción escolar. Los niños empiezan a inventar excusas para no asistir a clases o para irse del colegio a media jornada. Generalmente dicen que se sienten mal o que están enfermos. Como les repito, las consecuencias son alarmantes.

El bullying se debe erradicar desde el hogar y no debe ser tolerado en las escuelas. El involucramiento de los padres de familia es vital para su prevención. Debemos darles confianza a los niños para que expresen lo que están sufriendo y hacer algo al respecto. Se les debe motivar a que digan cuando se violan sus derechos y a que los que ven el problema, lo reporten. Hay muchísimos casos en los que los niños no dicen todo lo que están soportando por miedo a que el abuso se vuelva más grave o porque están amenazados de muerte.

El bullying se debe enfrentar desde que los niños están pequeños. No se debe esperar a que el problema sea obvio, porque entonces es más difícil de controlar. Los padres deben educar, las instituciones educativas deben tomar medidas y las instituciones gubernamentales deben implementar leyes. Los adultos que se dan cuenta de que un niño se expresa a través de la violencia y que piensa que agredir a los demás es la única manera de obtener lo que desea, deben tomar acción y enseñarle que la violencia sólo genera violencia y que pueden obtener mejores resultados siendo amables. Debemos tomar acciones para prevenir el bullying. Se deben fortalecer las relaciones interpersonales y esto se puede lograr manteniendo a los niños ocupados en actividades grupales que los unan.

Según la CEPAL, 42% de niños se sexto grado en El Salvador, reportó maltrato por parte de sus compañeros. Plan Internacional ha tomado acción para combatir este problema con su campaña “Aprender Sin Miedo”. Ésta es la contribución de Plan para proteger a los niños de abusos físicos, sexuales, psicológicos y emocionales en las escuelas. Se debe trabajar muchísimo para que todas las instituciones educativas sean ambientes seguros, donde los niños puedan ir tranquilos a aprender, ya que los niños que sufren de bullying tienen un rendimiento académico menor que los demás.

Los invito a que se unan a la campaña de Plan “Aprender Sin Miedo” y reporten los casos de bullying que conozcan. Este es el primer paso para erradicarlo. Pueden ponerse en contacto con Plan al teléfono 2264-4460, ya que ellos también trabajan con otras instituciones en esta lucha y pueden orientarlos de qué medidas tomar.