It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been
Cumpliendo 30 años

¡Wow! ¿A qué hora se pasaron 30 años de mi vida? Es impresionante cómo el tiempo vuela y los años se van en un abrir y cerrar de ojos. Este cumpleaños en particular lo he esperado con muchas ansias. Desde que era una niña, pasando por mi adolescencia, hasta hoy en día, siempre he admirado a las mujeres en sus 30. Por alguna razón captan mi atención y toda la vida me han resultado fascinantes y me han inspirado.

Una de mis películas favoritas es “13 Going On 30” y realmente es el tipo de película que deberían de hacer más, porque no te hacen odiar “envejecer”, ¡al contrario! Desde niña recuerdo que lo que veía en las mujeres de 30 es precisamente eso, que ya son mujeres y no niñas. Probablemente es cuando se comienzan a ver más lindas, porque proyectan esa seguridad en sí mismas, se ven tan interesantes, tan increíbles, saben lo que quieren y luchan por conseguirlo. ¡Y ahora yo tengo esa edad que siempre me ha parecido tan maravillosa! ¡Es el mejor regalo!

Me alegra saber que he podido llegar a los 30 considerándome una mujer. Claro que siempre voy a ser la niña de mis papás, pero en general, me siento una mujer y sé que siempre voy a llevar dentro de mí a esa niña que me ha acompañado durante todos estos años. Pero no siendo la niña la que toma el control de mi vida, sino la mujer que es capaz de hacerse responsable de ella y cuidar de esa niña. Esa mujer que puede hacer sus propias elecciones, tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias de ellas. ¡Mi vida es mi responsabilidad!

Soy la mujer más afortunada de este mundo, porque tengo a un Dios que me bendice y me sorprende cada día. La verdad es que no soy afortunada, ¡soy bendecida! La forma en la que Dios ha cuidado de mí y me ha llevado hasta este día es milagrosa. Él siempre ha sostenido mi mano, siempre ha vigilado cada uno de mis pasos y me ha protegido de todo mal. Siempre ha puesto ángeles a mi alrededor que me ayudan cuando no encuentro una salida y que están ahí para demostrarme que Dios nunca me abandona.

Tengo a los mejores papás del mundo que desde que me concibieron dijeron “Sí”, que han estado a mi lado durante cada uno de estos 30 años de mi vida, que me han amado como nadie en este mundo, que han creído en mí, que me han cuidado, que me han levantado y me han sacado de los hoyos más profundos, que se han quedado siempre a mi lado y nunca han tirado la toalla, que se han alegrado por cada uno de mis años de vida y los han celebrado, que me han apoyado en cada uno de mis proyectos, que me han aconsejado, que me han corregido, que me han educado, que me han inculcado principios y valores, que me han mostrado a Dios y que han hecho de mí la mujer que soy al día de hoy.

Tengo unos hermanos maravillosos, que sin importar lo que pase, siempre están ahí cuando los necesito, que sé que me aman y que cuando estamos juntos pasamos momentos increíbles. Unos hermanos que no han estado durante los 30 años de mi vida, pero que los esperé con todo mi corazón desde mis 2, 4 y 6 años y los he amado desde entonces.

Soy una mujer sumamente bendecida, porque durante estos 30 años he vivido las pruebas más difíciles y de las que muchas veces pensé que no iba a lograr salir, pero la mano de Dios siempre estuvo ahí para sacarme. Ahora puedo agradecerle por cada una de esas experiencias, porque son las que me ayudaron a crecer, a madurar y a darme cuenta de que no tenía ni la más mínima idea de lo fuerte que soy. Soy bendecida, porque Dios me puso en el camino a la persona idónea para ayudarme y desde entonces ha marcado un cambio exagerado en mi vida. Soy bendecida, porque tengo a la mejor amiga que podría desear.

¡Dios me ha dado tanto que he llegado al punto en que mi corazón rebalsa de gratitud!

A lo largo de mi vida me he podido dar cuenta de que realmente la edad es sólo un número y no es un indicador de la madurez de una persona, ni una limitante para soñar, ni un parámetro de su visión del mundo y de la vida. Lo más importante es cómo nos sentimos por dentro, cuánto hemos crecido espiritual y emocionalmente, qué tan felices somos en este momento.

La edad tampoco determina las experiencias de una persona, pero las experiencias sí pienso que impactan las vidas de las personas. Es gracias a todo lo que he vivido, bueno y malo, que se ha moldeado mi carácter, que me he hecho más fuerte, más valiente, más segura de mí misma, porque es todo eso lo que me ha ayudado a creer que soy capaz de superar cualquier obstáculo. Es aprender de todo lo que te ha pasado, positivo o negativo, lo que te hace crecer.

A muchas nos pasa que pensamos que al hacernos mayores ya perdimos la oportunidad de hacer actividades que no hicimos cuando éramos más jóvenes. Yo les puedo asegurar que NO es cierto. Los límites y las restricciones sólo están en nuestra mente. Yo estoy haciendo todo lo que deseé hacer desde que era una niña y que nunca me atreví. Pensaba que ya estaba muy grande para hacerlo y ahora me doy cuenta de que estaba equivocada. Estoy persiguiendo mis sueños y me estoy dando ese regalo de cumpleaños. Creo que no podía darme algo mejor.

La frase con la que inicié mi blog marcó mi vida para siempre y desde ese momento me la repito día a día: “Nunca es tarde para ser lo que pudiste haber sido”… ¡NUNCA! No inventen excusas para ser infelices. Sé que a las mujeres nos encanta usar la edad como una de ellas. Disfruten al máximo cada etapa, porque cada una encierra momentos y recuerdos mágicos.

Yo estoy feliz de estar cumpliendo mis 30 años… ¡3 décadas! Sigo impresionada, jajaja. Y sé que va a ser una edad que voy a disfrutar con toda mi alma y con todo mi corazón, porque estoy lista para vivir esta etapa.

Gracias a Dios por un año más de vida, por haberme permitido llegar hasta este momento, por rodearme de personas tan especiales y por hacerme sentir Su amor cada día durante estos 30 años.

¡Soy la mujer de 30 años más feliz del planeta!

¡Feliz Cumpleaños!

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