El 8 de marzo se celebró el “Día Internacional de la Mujer”. Si bien se ha avanzado un tanto en relación a los derechos de las mujeres, queda muchísimo por hacer. Las agresiones a las que nos vemos sometidas constantemente y atentan contra nuestra integridad siguen estando ahí. En países de tercer mundo como El Salvador continúa imperando el machismo y la violencia contra la mujer. Violencia física, psicológica y emocional.
Muchas mujeres permanecen sin darse cuenta de lo maravillosas que son, con un autoestima baja que las hace permitir todo tipo de maltrato. De verdad que hay hombres que NO se merecen a las mujeres que tienen. Tantos darían lo que fuera por ellas y ellas están con un patán que no las valora, que no las respeta, que no las cuida. ¡Qué impotencia me da ver eso!
Mujeres, ¡no fuimos hechas para aguantar ni para ser maltratadas de ninguna forma! Sé que muchas creen que deben soportar lo que sea por el qué dirán, por sus hijos, por mantener un matrimonio. Pero el matrimonio es de dos y la pareja debe complementarse, apoyarse, cuidarse y atenderse mutuamente.
Ahora muchas mujeres no sólo son amas de casa, sino que también son profesionales y tienen un empleo fuera del hogar. Así como los hombres llegan cansados a casa por la noche después de trabajar todo el día, ¡ellas también! ¿Por qué entonces va a tener que ser ella la que lo atienda, prepare la cena y haga las tareas del hogar? Hasta eso se comparte y debe existir colaboración. El hombre no adquirió una empleada doméstica cuando se casó, sino que se unió a una mujer para que fuera su esposa, su compañera, su amiga, su amante, su confidente.
De verdad que es indignante ver a tantas mujeres extraordinarias siendo pisoteadas por sus parejas. Pienso que hay limites para todo y ponerse de tapete para mantener una relación, por más que sea un matrimonio, es pasar ese límite. No se vale que la mujer pierda su dignidad, su amor propio y su valor a manos de un tirano. Un hombre de verdad las cuidar como su mayor tesoro. Un hombre de verdad las va a amar, las va a respetar y les va a hacer ver cada día lo asombrosas que son. No se conformen con menos. ¡Ámense!
Todas las mujeres somos especiales, bellas y merecemos ser amadas, protegidas, valoradas y respetadas. Pero todo eso debe empezar por nosotras mismas. Nosotras debemos saber el valor que tenemos y darnos el lugar que nos corresponde. Debemos respetarnos, amarnos, nutrirnos y cultivar nuestra belleza interior. Una vez que nosotras lo hagamos, jamás vamos a permitir que nadie más nos haga creer lo contrario y no vamos a tolerar faltas de respeto.
¡Feliz Día Internacional de la Mujer!
