It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been
El Valor de Permanecer Firme

Hoy quiero compartirles una historia muy especial que me escribió Andrea Crack. Aunque ha sido creada especialmente para mí, como ella me dijo, estoy segura de que más de alguno se identificará con ella y le ayudará leerla cada vez que aparezca un miedo para recordarse a sí mismo de qué está hecho. Nuestra fortaleza viene de nuestro interior. Por lo tanto, ninguna tormenta podrá derribarnos. Espero les guste tanto como me ha encantado a mí.

Andrea, me ha llegado al corazón. ¡Gracias!

«Para ti SONIA,

Una vez hubo un árbol, de raíces profundas y ramas extendidas, cuyas hojas susurraban historias del pasado. Este árbol, en un tiempo lejano, había enfrentado una tormenta feroz que amenazaba con arrancar sus raíces y despojarlo de su esplendor. Con valentía, resistió los embates del viento, aferrándose con todas sus fuerzas a la tierra que lo nutría.

Sin embargo, después de la tormenta, el árbol se encontró temblando de miedo, temeroso de volver a enfrentar la furia del cielo. Se quedó paralizado por el miedo, sintiendo que cada hoja caída era un pedazo de su pasado que se desvanecía en el viento, un recordatorio de lo que una vez fue y temía no volver a ser.

Pero en el silencio de la noche, una pequeña brizna de esperanza se filtró entre las ramas. Una voz suave como el susurro del viento le recordó al árbol que, aunque la tormenta había dejado cicatrices en su corteza, aún conservaba la fuerza y la determinación que lo habían sostenido durante tantos años. Que cada hoja caída era un testimonio de su resistencia, no una señal de derrota.

Entonces, el árbol comprendió que el miedo no era más que una sombra que oscurecía su camino, una ilusión que le impedía ver la luz que brillaba más allá de la oscuridad. Con un suspiro de alivio, dejó ir su miedo, permitiendo que se desvaneciera como la niebla al amanecer.

Y así, con renovada confianza, el árbol extendió sus ramas hacia el cielo, sabiendo que cada nuevo día era una oportunidad para crecer más alto y más fuerte. Con una sonrisa en su rostro, abrazó el futuro con valentía, consciente de que su valor residía en su capacidad para enfrentar los desafíos con coraje y determinación».

Autora:
ANDREA CRACK

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