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Grooming o Ciberacoso

La semana pasada les hablé sobre los peligros a los que se enfrentan los niños al navegar en internet sin supervisión alguna, y pienso que es necesario profundizar en uno de los más grandes: el grooming. Muchos se preguntarán qué significa esto y debo hacer notar lo importante que es que los padres de familia estén al tanto de los nuevos términos que surgen y su significado.

Grooming es una forma de acoso sexual que sufren los niños a través de internet. El adulto crea una cuenta o perfil con el que se hace pasar por otro niño para ganarse la confianza de su víctima. Le hace creer que es su amigo cuando en realidad lo busca con un propósito sexual. Una vez que tiene engañado al niño, le pide que le envíe fotografías comprometedoras o que tengan sesiones por cámara web, que luego utilizan para chantajearlo.

¿Por qué les digo que el grooming es el peor riesgo al que se enfrenta un niño? Porque para él resulta inocente subir o publicar una fotografía en la que está jugando en la playa o en la piscina en traje de baño en sus redes sociales. Pero los pedófilos que se encuentra al acecho en la red las ven con un fin sexual, incluso pornográfico.

El ciberacoso se da cada vez más frecuentemente por la facilidad que da el mundo online a los adultos de enredar y establecer una “relación” con un menor. La mayoría de las veces los niños están conectados sin supervisión de un adulto. En muchas ocasiones los encuentros sexuales que se buscan son online a través de videoconferencias. El acosador graba a su víctima o toma fotografías y luego las comparte con otros. Sin embargo, siempre se corre el riesgo de que con el chantaje al que somete al pequeño el encuentro llegue a ser personal y se dé el abuso sexual físico.

Los pederastas son sumamente pacientes. Son como los depredadores que esperan a que su presa esté vulnerable para atacar. Se toman su tiempo para ganarse la confianza del niño y para hacerle creer que son sus amigos. Luego de semanas o incluso meses de mantener una comunicación constante, se establece un vínculo emocional con el menor. Es entonces cuando el adulto empieza a obtener información personal del pequeño haciéndole creer que realmente le importan sus intereses. Generalmente, luego de esto, el acosador comienza a enviarle fotografías pornográficas, que pueden ser tomadas de internet y donde muestra a un niño y así después su víctima le mande sus fotografías y pueda chantajearlo. Si la relación se mantiene en línea, el agresor mantiene la imagen falsa de ser otro niño.

Los padres deben aprender cómo funcionan las redes sociales, los blogs y el mundo online, porque como pueden ver ahora el acoso a llegado hasta ahí. Ya no solamente es el acoso en persona, sino también en internet. Esa es la principal razón por la que los papás deben estar actualizados con todo lo que pueden encontrar en la red y especialmente con las aplicaciones o sitios a los que ingresan sus hijos con mayor frecuencia.

¿Cómo hacer para que tu hijo te cuente si está pasando por esto? Es esencial hacerle saber de todas las formas posibles que si es víctima de acoso sexual por internet o de cualquier otro tipo, él no tiene la culpa, sino el adulto. Él debe entender que es una víctima y no importa si subió una foto o lo que sea que haya hecho, no debe ceder al chantaje de su acosador. Hay que dejarle clarísimo que como padres siempre lo van a proteger y no lo van a atacar. Nunca van a estar del lado del agresor.

También es vital advertirle que en internet una persona se puede hacer pasar por alguien más, que un adulto puede hacerle creer que es un niño con la única intención de hacerle daño.

Por último, pero más importante, es indispensable hablar con los niños sobre la pederastia y los riesgos que corren en internet. Sé que muchos quisieran mantener a sus hijos al margen de esto, pero no es posible. Si ellos no saben a qué se enfrentan, ¿cómo van a poder actuar de una forma segura? Hay que trabajar en la confianza y la buena comunicación con ellos para poder explicarles que el acoso sexual a menores es un delito y que si piensan que están siendo víctimas de esto deben denunciarlo porque es penalizado por la ley. No se trata de asustar al niño, sino de hacerle saber los peligros que existen y que lo que queremos es protegerlos para que no les vaya a ocurrir algo malo como le ha pasado a otros niños.

¡Ganarse la confianza de sus hijos es fundamental!

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