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Y El Ciego Pudo Ver

Comencé a usar anteojos cuando estaba en segundo año de bachillerato. Al principio era casi imperceptible la graduación, sólo -0.25. Básicamente los usaba para ver la pizarra durante las clases. A pesar de sentarme en la primera fila, me costaba distinguir las letras y números.

Poco a poco la graduación fue subiendo hasta que 2-3 años más tarde comencé a usar lentes de contacto, porque ya necesitaba anteojos para realizar todas mis actividades.

En 2012 la graduación dejó se aumentar. Para ese entonces ya no podía distinguir la cara de una persona que estuviera parada frente a mí conversando. ¡Así de grave es la miopía! Mi rutina ya estaba definida. Al sólo despertarme, lo primero que hacía era buscar la caja de los antojos sobre mi mesa de noche y ponérmelos. A la hora de bañarme los colocaba sobre una repisa que tengo en el baño. Al salir de la ducha, ya me ponía mis lentes de contacto para arreglarme para salir. Pasaba todo el día con ese objeto extraño a mi cuerpo hasta la noche que regresaba a la casa y los cambiaba nuevamente por mis anteojos. Antes de dormir, me quitaba los anteojos y los colocaba en la cajita.

¿Por qué les cuento todos estos detalles que parecen no tener mayor relevancia? Para que se den cuenta de que una cirugía correctiva no es algo “estético”, sino que es necesaria para mejorar la calidad de vida de la persona que padece una enfermedad de la vista.

Muchos no tienen idea de todos los problemas que causa el uso de lentes de contacto. Si, que se te meta una basura en el ojo es sumamente molesto, que se te meta usando lentes de contacto es insoportable. Lo peor es que en la mayoría de las ocasiones no te la puedes quitar hasta llegar a casa y limpiar el lente con el líquido especial en el que se dejan reposar mientras no se usan.

Tal vez tampoco logren concebir lo peligroso que puede llegar a ser perder uno de los lentes. A mí me pasó en más de una oportunidad, que me picaba el ojo y me lo restregué. El lente salió volando y no lo pude encontrar. Así, tuerta, porque literalmente sólo veía con un ojo, me tocó manejar hasta mi casa. Otras tantas veces, cuando me maquillaba alguien más, me llenaba todo el lente de rímel y yo no podía ver bien con ese ojo.

Los anteojos me daban problemas menos graves, pero siempre me causaban algún tipo de molestia. Me dejaban sumamente roja la nariz y también el lado de la sien cuando me acostaba para ver TV. Como mi piel es sensible comenzaba a pelar y me picaba.

En fin, estaba desesperada por operarme. Pero en 2012 que paró de aumentar la graduación, luego de analizar el examen (Pentacam) que me dejó el doctor, me dijo que yo no era candidata a la cirugía, porque mi córnea era muy delgada. Me repitió el examen, lo vio con otro doctor y ambos concluyeron que no me podían operar. Le pregunté si eso significaba que nunca iba a poder hacerlo y me dijo que con la tecnología que había en ese momento no. Eso fue hace casi 6 años. Me acuerdo que lloré a mares antes la noticia, porque me sentía frustrada e impotente. Realmente me hacía más difícil la vida el tener que depender de anteojos o lentes de contacto para poder ver.

Hace unos meses, dos de mis hermanos se operaron. Mi hermana le comentó al doctor que los estaba viendo acerca de mi caso. Él le dijo que con la tecnología que había actualmente sí me podía operar. Lo pensé varias semanas, porque no quería hacerme ilusiones por gusto. Sin embargo, al ver que ellos habían quedado súper bien, decidí ir a consultar.

Para suerte mía, el doctor me dijo que en efecto sí era candidata a la cirugía refractiva. ¡Yo moría de felicidad! Además, estaba sorprendida de que en el brochure que me dio, donde se explica el procedimiento dice que esa tecnología, “Femto Excimer Láser”, permite que los pacientes que anteriormente no eran candidatos para la cirugía láser, incluyendo a pacientes con miopía extrema o córneas delgadas (mi caso), puedan acceder a la cirugía. Una semana más tarde, me estaba operando.

Y El Ciego Pudo Ver - Cirugía Refractiva

Algunos de ustedes me preguntaron en qué consiste la cirugía. Para comenzar es 100% láser, es decir, SIN CUCHILLAS. El equipo con el que se realiza se llama FEMTOZ6, un dispositivo de última generación tan seguro y preciso, que hace innecesario el uso del bisturí y asegura una mejor visión.

¿Cómo funciona el Femto Excimer Láser?

  1. El FEMTOZ6 láser es utilizado para generar más de 5 millones de pulsos láser en un solo segundo. Estos impactos producen micro burbujas. Cuando miles de estas burbujas confluyen, se crea una malla. De esta manera, el Femtoelimina la necesidad de cortar la córnea, ya que esta porción de tejido es separada por el efecto y la presión de dichas burbujas, garantizando la creación de un Flap corneal ultra fino perfecto.
  2. Usando el excimer láser, se le da forma al estroma. Esto permite que la luz pase de forma correcta y así corregir los errores refractivos.
  3. El flap que se creó y levantó, se coloca en su lugar, donde se adhiere naturalmente luego de 24 horas.

Lo más impresionante de esta tecnología es que no sólo corrige miopía, sino también astigmatismo. Cosa que anteriormente no se corregía. En mi caso, después de 6 años, tenía ambas enfermedades visuales. Así que maté dos pájaros de un tiro. Como saben, esta patología se da por la edad. Así que, si no quieren tener que sacar los anteojos para ver el menú o tener que usar letras gigantes para poder ver el celular, ¡esta cirugía es una excelente opción!

Les cuento que mis hermanos tuvieron una recuperación casi inmediata y al siguiente día ya andaban manejando y haciendo su vida normal. A mí se me complicó un poco un ojo, porque debido a que estaba muy reseco, me dolía y no lo podía abrir. Pero el doctor estuvo súper pendiente y examinándome para asegurarse de que todo estaba bien. Lo que hizo fue indicarme más lubricantes para los ojos y que me los aplicara más frecuentemente.

La cirugía dura un minuto aproximadamente. El ojo derecho no me dolió nunca. Desde que vine a la casa, no tuve ninguna molestia. Entonces mi miedo era que hubiera movido el ojo izquierdo y entonces los rayos del láser hubieran pegado donde no debían. Pero el doctor me explicó que eso es imposible, porque el equipo está calibrado y si el paciente se mueve, el láser para inmediatamente. Sólo dispara en las zonas que debe.

Las primeras 24 horas son las críticas, porque es el tiempo que tarda en pegarse la córnea. Entonces es recomendable tener puestos siempre los lentes oscuros que da el oftalmólogo. Esto evita que nos podamos restregar los ojos. Además, para dormir ocupé una almohada de las que se ocupan para viajar. Eso evita que nos podamos dar vuelta, porque no podemos acostarnos de lado ni boca abajo durante ese tiempo.

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Menos de 4 semanas después de la operación, yo ya tenía mi visión 20/20. Luego de 5 semanas, ya no tuve ninguna molestia en el ojo. Lo único que me he quedado haciendo es aplicando el lubricante cada vez que siento reseco el ojo. La frecuencia ha ido disminuyendo con los días.

Insisto en que realmente esta cirugía no debería considerarse cosmética, porque es necesaria. Mejora la calidad de vida del paciente considerablemente. Se las recomiendo.

¡Y el ciego pudo ver!

PS: El médico que me operó es el Dr. José Francisco López Escobar. Les cuento que el Centro Panamericano de Ojos es el primer centro en El Salvador con tecnología “Femto Excimer Láser”, que como les comentaba en el artículo, es el procedimiento más seguro para realizar la cirugía refractiva. Pueden hacer su cita al 2514-4121.

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