¿Amor o atracción? Son dos cosas totalmente diferentes. Cuando ves a alguien por primera vez lo que miras es su físico, nada más. Sería un mentiroso el que diga que vio el corazón o el cerebro, porque todos sabemos que eso es imposible.
Muchas personas hablan de amor a primera vista, pero en realidad lo que existe es química y atracción física. Se da un enamoramiento. Los seres humanos somos visuales, pero los hombres lo son aún más que las mujeres. A ellos les gusta una mujer y por eso empiezan a invitarla a salir, no porque la amen.
Claro que es importante que la otra persona nos resulte atractiva físicamente, porque es la forma en la que se inicia una conexión. Nos gusta, nos parece bonita o guapo, se ve interesante y nos agrada la idea de conocerla más y compartir más tiempo con ella.
No es hasta que empiezas a salir con esa persona que comienzas a descubrir su forma de pensar, el tipo conversación que le gusta entablar, hay personas que pueden hablar del sol, la luna y las estrellas y son felices, lo cual no quiere decir que no sean inteligentes, simplemente se relajan más; y otras a las que les gusta hablar de asuntos más profundos e intelectuales, lo cual tampoco es bueno o malo. También te das cuenta de las opiniones que tiene sobre diferentes temas que pueden ser fundamentales para ti y para establecer una relación de pareja con futuro.
Además, vas conociendo sus principios y valores y analizas si son compatibles con los tuyos. Incluso te enteras de cuál es su religión, su estado civil, si tiene hijos, cómo es su familia, cómo son sus amigos. Aspectos que llegan a ser determinantes en algunos casos.
Por otro lado, cuando dos personas se conocen muestran su mejor sonrisa, su lado lindo. Y es totalmente comprensible, si lo que desean es convertirse en el ser más encantador sobre la tierra para gustarle al otro. Es a medida que ambos se van sintiendo más cómodos en compañía del otro y que van teniendo más confianza que comienzan a mostrar otras facetas que no son tan lindas.
Es en este punto que vamos a poder hacer una evaluación más objetiva de la persona que nos gusta. ¿Por qué? Porque todos somos humanos, lo que en definitiva nos hace imperfectos: con defectos, nos equivocamos y cometemos errores. Nos vamos a enojar alguna vez, van a haber malos entendidos, van a haber discusiones, y saber manejar todo esto, nos va a demostrar si realmente queremos estar con el otro. Todos somos una mezcla de cualidades y defectos, y querer a alguien a pesar de sus defectos, ¡eso es amor!
No se puede amar lo que no se conoce. Esa es la razón por la que se sale en citas antes de aceptar ser la novia de alguien. El noviazgo sirve para conocer todavía más a esa persona con la que podemos ver un futuro y si las cosas caminan bien, entonces se toma la decisión de dar el paso más importante que es casarse y compartir sus vidas y amarse y respetarse “hasta que la muerte los una más” como dice una de mis mejores amigas.
Compartir, tener un compañero, esto es fundamental. La vida es como un camino y tenemos dos opciones, realizar el recorrido solos o acompañados. Amor es caminar con esa persona al lado y poder compartir con ella los triunfos y los fracasos. En ocasiones le damos más importancia a las personas que están en las malas, pero la realidad es que es importante que estén en los dos escenarios. Que cuando alcancemos un objetivo, celebre con nosotros; y cuando nos caigamos, sea nuestro apoyo y nos ayude a levantarnos.
Amar de verdad es ponerse en segundo lugar, es dejar de ser egoísta y poner al otro antes. Pensar qué cosas le gustan y hacer todo lo posible por agradarlo y verlo feliz. Es aprender a perdonar las faltas, porque el amor lo soporta todo.
Encontrar a alguien que te ame o tú amar a una persona es fácil, lo difícil es que sea recíproco, que esa persona a la que tú amas, te ame de regreso. Cuando has hallado esto, cuídalo. El amor es como una planta que requiere cuidado diario para que no se marchite y no se muera. Cultiven el amor en sus relaciones y no permitan que la rutina lo mate.
Los dejo con esta cita, donde Jesús nos enseña qué es el amor. 1 Corintios 13:4-7 “Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.