Algunos se preguntarán qué significa “asertividad”. Asertividad es comunicarse de forma clara y directa. Una persona asertiva puede expresar lo que desea de forma correcta, a la persona correcta y en el momento correcto. El simple hecho de saber esperar a que llegue el momento adecuado para hablar con una persona y decirle lo que queremos es una gran habilidad. Muchas personas por impulso dicen las cosas sin darse cuenta de que no era el mejor momento.
Las personas asertivas son aquellas que saben relacionarse con los demás y mantienen buenas relaciones interpersonales, porque conocen cuáles son sus derechos y los defienden, pero también respetan los de los demás. Saben que su derecho termina donde empieza el del otro.
Yo pienso que es fundamental en la asertividad saber que así como yo tengo derecho a pedir lo que quiero, el otro tiene el mismo derecho a decir “no”, y que nosotros también debemos aprender a decir “no”. Esto es algo que a muchos nos cuesta. No decimos “no”, porque nos da miedo que la otra persona se enoje con nosotros o porque nos sentimos culpables al hacerlo.
Nadie debería responder desde el miedo, porque no es sano. Una persona que tiene su autoestima alta y que tiene confianza en sí mismo se respeta y no va a tener miedo de decir lo que realmente desea. Es alguien que si bien sabe que existe la posibilidad de que el otro se moleste, entiende que no es su responsabilidad. Ella está expresándose de una forma adecuada y defendiendo su punto sin agredir al otro. Por lo tanto, es problema del otro manejar su enojo. No siente culpa por decir lo que quiere.
La asertividad se encuentra en el punto intermedio entre la pasividad y la agresividad. Las personas que se comunican de forma pasiva o agresiva, lo hacen por temor e inseguridad. Al no dar una respuesta asertiva terminan estresándose y sintiéndose incómodos. Cuando se da una respuesta pasiva nos sentimos mal, porque no decimos lo que queremos y nos tragamos todo. Llegamos a sentir que la otra persona nos está pasando encima y no nos respeta. En el otro extremo, al dar una respuesta agresiva, explotamos de una forma desproporcionada y lo que conseguimos es que la otra persona sienta que nosotros no la respetamos.
No se trata de ser sumiso y someterse a los demás, pero tampoco de ser nosotros los tiranos. Así como no queremos que nos manipulen, no debemos manipular a los demás. No dejar que se cometan injusticias con nosotros, pero tampoco ser nosotros injustos con otros. Se debe trabajar en tener una personalidad bien estructurada que nos permita tener autocontrol, confianza en nosotros mismos, una alta autoestima y mucha seguridad. De ésta forma vamos a aprender a manejar la frustración y otro tipo de situaciones incómodas dando una respuesta asertiva.
Un ejemplo que ilustra muy bien los 3 tipos de respuesta es el siguiente: Vas a un restaurante a comer y cuando te llevan lo que has ordenado, agarras el tenedor y te das cuenta que está sucio con residuos de comida. Tú puedes:
1. No decirle nada al mesero y comer con el tenedor sucio. Te vas a pasar toda la cena incómodo y molesto. (Respuesta Pasiva).
2. Darle la gritada de su vida al mesero y decirle que cómo es posible que no sepan ni lavar los cubiertos y nunca más en tu vida vas a volver a regresar, haciendo un gran show. Demostrando la poca tolerancia que tienes a la frustración y bajo autocontrol, además de amargarte la comida tú y amargársela a tu acompañante. (Respuesta Agresiva).
3. Llamar al mesero y pedirle que por favor te cambie el tenedor ya que está sucio. Y una vez que te llevan el limpio, disfrutar de una comida agradable. (Respuesta Asertiva).
Como pueden darse cuenta, ninguna de las primeras dos respuestas es adecuada, porque ambas hacen que nos enojemos y no pasemos un buen momento. En la primera, porque estamos aceptando algo que nos molesta por no decir lo que queremos. Y en la segunda, porque no fuimos capaces de controlarnos y expresar de una forma adecuada nuestra incomodidad por el tenedor sucio. Pienso que este tipo de respuesta agresiva se da, porque la persona piensa que si no se impone, entonces no la van a respetar. Esto sólo es una muestra de la baja autoestima que tiene. Porque puedes obtener mejores resultados siendo amable con los demás.
Ahora la pregunta del millón, ¿una persona que no es asertiva, puede llegar a serlo? ¡Por supuesto! Todos podemos ser asertivos, porque tenemos la capacidad de ir modificando nuestras conductas y patrones de respuesta y aprender a expresarnos de una forma adecuada, dando una respuesta asertiva en la mayor cantidad de situaciones posibles. Para que una conducta sea permanente hay que repetirla muchas veces, hay que practicarla. Podemos entrenarnos para dar respuestas asertivas.