It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been

Hay momentos en la vida de una persona en que es necesario cerrar un ciclo o una etapa de una vez y para siempre. Borrar correos y fotos; quemar cartas, tarjetas, discos y más fotos. Se tiene que hacer todo esto para quedar libre de un pasado que nos persigue y no nos deja disfrutar el presente ni planear el futuro.

¿Para qué torturarse viendo fotos y videos una y otra vez? ¿Qué ganas leyendo correos de años atrás? Lo que ya se dijo y se escribió no se puede cambiar. ¿Por qué revivir aniversarios con recuerdos de una vida que ya pasó? No tiene sentido pensar que guardas recuerdos de momentos importantes por si existe la posibilidad de que las cosas cambien y esa persona vuelva contigo. Mientras sigues pensando así, es imposible que te enfoques en construir una nueva relación. Ni siquiera le vas a poder dar entrada a alguien más, porque nadie va a querer vivir a la sombra de tu pasado.

Sin embargo, este cierre de ciclos no se puede forzar. Todos tenemos derecho a vivir el duelo de una relación perdida, de una época de nuestra existencia que fue importante y que marcó una diferencia en nuestras vidas. Durante algunos días, semanas, meses o incluso años, dependiendo de cada persona, vas a revivir esos recuerdos, te van a dar ganas de mirar esas fotos, esos videos; vas a querer leer esas cartas y esos correos.

Pero, ¿sabes algo? ¡No sirve de nada! Te conviertes en tu propio verdugo y te atormentas pensando qué hiciste mal, por qué no funcionó, por qué empezó una relación destinada al fracaso, por qué no hiciste nada para que funcionara y cómo permitiste que terminara de esa forma. Ves las fotos y los videos y te ves tan feliz, pero eso es sólo una ilusión. Las fotos lo único que hacen es congelar un segundo en el tiempo. Todo lo demás no lo refleja una foto. La realidad que vivías sólo la sabes tú.

Entonces, ¿para qué castigarte pensando en tantos escenarios alternos, en tantos “hubiera”? Los hubiera no existen, sólo te queda lo que realmente sucedió. Aprender de la experiencia y no volver a cometer el mismo error.

Lo único que te puedo decir es que no te presiones. Lee y mira todo lo que tengas que leer y mirar. Llora todo lo que tengas que llorar y una vez que estés listo, ¡déjalo ir! Puede ser que te tome años de revivir aniversarios, de huir en fechas especiales y de cuestionarte tus acciones antes de liberarte de todo. El proceso puede ser de años, pero la decisión de desprenderte de todo será cuestión de minutos.

Hace unas semanas, mi mejor amiga me contó que estaba haciendo una limpieza de su cuenta de correo, porque cada inicio de año le gustaba borrar lo que ya no servía para no acumular espacio por gusto. Eso que ella me dijo, me dejó pensando en que hacer una limpieza en mi cuenta no estaría nada mal. Empecé con los correos de trabajo y luego vi esas carpetas especiales. Les di la última leída a algunos de los correos y sin pensarlo mucho, los borré todos y vacié la papelera. Luego eliminé todas las fotos. Minutos más tarde estaba haciendo una hoguera con todas las fotos, cartas, discos y tarjetas que no valía la pena seguir conservando. Fue algo definitivo.

Probablemente algunos se preguntarán si se van arrepentir si hacen eso. La verdad es que no. Si sienten miedo de hacerlo es porque aún no están preparados. El día que lo estén, no van a tener dudas y cuando terminen, van a sentir que se quitaron un peso de encima. No importa que el mundo entero te diga que te deshagas de todos esos recuerdos, porque sólo tú sabes por qué necesitas aferrarte a ellos. Cuando estés listo para hacerlo, lo vas a hacer. Eres tú el que se debe marcar su propio tiempo y esperar a que llegue el momento adecuado. Pero hay que trabajar para que ese momento llegue. Tampoco te digo que es arte de magia y que con sólo hacer eso te vas a convertir en otra persona. Esa época de tu vida no se puede eliminar con un clic como los correos y las fotos, pero hoy sí vas a poder decir que es parte de tu pasado y que estás listo para abrirte a un futuro.

No te presiones a hacer algo que no quieres hacer. No te dejes forzar por otros a tomar una decisión para la que todavía no estás preparado. Si borras tu pasado sin estar listo, entonces es muy probable que te arrepientas de haberlo hecho y ese ciclo quede abierto durante mucho más tiempo. Mejor enfócate en superar eso que quieres dejar atrás y cuando menos te lo esperes, vas a sentir el impulso de hacerlo y nadie te va a parar. La decisión te va a dar paz.

Liberarse del pasado es una las mejores cosas que podemos hacer, es el mejor regalo que podemos darnos para tener un nuevo comienzo, limpio y sin ataduras.

Suscríbete a mi newsletter