Como ponía en mis redes sociales, no sé en qué momento se me pasó el año 30. ¡Fue un año tan intenso! Hubo muchísimos cambios para mí y tuve que tomar demasiadas decisiones importantes. Los 30 representaron un breakthrough (una especie de quiebre) en mi vida.
Durante éste último año aprendí a caerme una y mil veces… y a levantarme una y mil veces más. Aprender de cada una de las experiencias que viví y hacer un esfuerzo enorme por no verlas como errores, sino aprendizajes, ha sido de los logros más grandes que he alcanzado.
Además, en mi año 30 pude darme cuenta de quienes son mis verdaderas amistades y quienes no; quienes van a estar ahí incondicionalmente para mí y quienes no; para quienes realmente soy importante y para quienes no; quienes corresponden recíprocamente y quienes no. Todo eso me enseñó a enfocarme en amar a las personas de la primera categoría, las incondicionales. ¿Para qué perder el tiempo con quien no te valora?
Este año me atreví a lanzarme al vacío en la búsqueda de un mejor futuro y de conquistar mis sueños. Como les repito, hubo millones de raspones y moretones, pero aquí sigo… ¡de pie! Disfruté cada una de mis aventuras, conocer nuevas ciudades, personas diferentes, de distintos países y culturas. No fue una pérdida de tiempo, fue una inversión, porque todas esas experiencias me hicieron convertirme en una mujer más independiente.
Estoy segura de que lo que gané en mi año 30 fue eso: ¡INDEPENDENCIA! Yo era la persona más dependiente que se puedan imaginar, pensaba que no podía hacer nada yo sola, que necesitaba a mis papás o a alguien que me guiara y me ayudara con absolutamente todo. Pues, este año aprendí que puedo vivir completamente sola en una ciudad totalmente desconocida y desenvolverme súper bien; aprendí que puedo salir yo sola y que con las precauciones necesarias, voy a estar bien; aprendí que puedo conectar y socializar con muchísimas personas sin necesidad de que nadie intervenga.
A través de este año pude encontrar esa confianza en mí misma que me faltaba. Además, fue un año en el que el blog creció exponencialmente gracias al trabajo que hice. He podido compartir con muchas personas interesantes y hacer alianzas favorables para que el contenido sea cada vez más atractivo para todos ustedes que me siguen y me leen.
Gracias a todos por este año tan increíble, porque el contacto tan cercano que he tenido con ustedes no tiene precedentes. Nunca imaginé el nivel de empatía que iba a lograr a tener con mis seguidores y tampoco la conexión tan íntima que se siente. Cada uno de sus comentarios y observaciones es sumamente valiosa para mí y me ayuda a crecer y a saber qué es lo que quieren de mí, qué les gusta y qué no. Toda esa retroalimentación me ayuda a mejorar cada día más.
Si pudiera resumir mi año 30 en 2 palabras sería: ¡intenso y difícil! Pero a pesar de eso, puedo estar segura de que valió la pena vivirlo y que es un año que va a marcar mi vida para siempre.
¿Qué decir de este cumpleaños? Por mucho, ¡el mejor de todos! Me siento tan feliz y he sido tan celebrada y consentida desde hace ya varios días, que no puedo pedir más. Ahora sólo queda seguir celebrando.
Gracias a todos por sus comentarios y muestras de cariño a través de mis redes sociales y el blog. I’m the happiest girl in the world 🙂
