It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been
Día Del Padre by Sonia Valdés


Día Del Padre

junio 17, 2014
Día Del Padre by Sonia Valdés

¿Cuántos damos por sentado lo que tenemos e incluso a las personas que tenemos a nuestro lado? Pensamos que nuestros seres queridos van a estar ahí para siempre y que vamos a tener mucho tiempo “más adelante” para demostrarles lo mucho que los amamos. Pensamos que “después” vamos a trabajar en recuperar una relación que hemos dañado, que “mañana” vamos a pedir perdón, que “el otro fin de semana” sí vamos a hacer tiempo para ir a visitarlos.

Lo cierto es que de lo único que podemos estar seguros es de este instante. No de mañana, ni pasado, ni siquiera de la siguiente hora o los próximos minutos.

Para mí mis papás son las personas más importantes del mundo. El año pasado en diciembre tuve el peor momento de mi vida cuando de la nada mi Papi se comenzó a sentir mal, lo llevaron al hospital y cuando yo llegué el doctor me dijo crudamente que había tenido un infarto y le quedaban 48 horas de vida. ¡Fue un shock! Lo único que pude hacer fue empezar a llorar y a gritar “no, no, no”. Yo no podía creer lo que estaba pasando. Él estaba perfecto el día anterior que yo me había ido a un retiro.

Gracias a Dios el doctor estaba equivocado y con los cuidados adecuados mi Papi se recuperó. Pero mi punto es que la vida es prestada. No es ser fatalista, pero no sabemos cuánto tiempo vamos a poder disfrutar de nuestros papás, cuándo va a ser la última vez que los vamos a ver, cuál va a ser la última palabra que les vamos a decir. Por eso aprovechemos cada momento con ellos al máximo.

Yo en ese instante lo único que podía pensar era que lo último que le dije fue que lo quería mucho y que en los últimos meses había trabajado muchísimo en construir una excelente relación con él, una relación de la que hoy podemos disfrutar los dos. ¿Para qué esperar? Es poner en pausa su propia felicidad, cuando es ahora que pueden estar gozando de momentos especiales con sus papás.

No permitan que el último recuerdo que tengan de ellos sea una pelea, un grito, una mala cara, una ofensa o un “hoy no puedo, mañana”.

Si sus papás les piden que les ayuden en algo, ¡ayúdenlos! Si los invitan a que vayan a visitarlos, ¡vayan! Si les piden que coman con ellos, ¡coman con ellos! Cuídenlos y háganles sentir lo especiales que son para ustedes. Díganles una y otra vez cuánto los aman y lo importantes que son en sus vidas. No asuman que ellos lo saben. Siempre es necesario decirlo. Agradézcanles todo lo que han hecho por ustedes.

A veces pensamos que tenemos toda una vida para hacer todas estas cosas, pero la verdad es que no sabemos de cuánto tiempo contamos. Tantas personas pierden a sus papás en accidentes inesperados o por una enfermedad fulminante y no tienen tiempo para decir adiós ni para decirles todo lo que hubieran querido. ¡Hoy es el tiempo!

Ahora yo aprovecho cada ocasión en la que hablo con mi Papi para decirle que lo quiero mucho y cada vez que me despido darle un abrazo (aunque lo vaya a ver en unos minutos de nuevo). Ese susto me enseñó a valorar muchísimo más a mi Papi y a no darlo por sentado. Cada día le agradezco a Dios por su vida, porque es un día más que me lo ha prestado.

Si por alguna razón están enojados con sus papás este día, los invito a que vayan y hagan las paces con ellos. Estoy segura de que los van a recibir con los abrazos abiertos. Decirles cuánto los aman es el mejor regalo del “Día del Padre” que les van a poder dar.

Papi, ¡sos el mejor! Te amo con todo mi corazón.

¡Feliz Día Del Padre!

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