It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been

Generalmente al escuchar la palabra “suicidio” nos escandalizamos, porque no es un tema agrable, nos asusta y nos frustra saber que no tenemos control sobre ello. ¿Por qué? Porque si un ser querido nos dice que se quiere suicidar, no podemos obligarlo a vivir y a menos que estemos con la persona 24/7, no vamos a poder evitar que lo haga.

¿Es el suicidio una opción? La verdad es que sí la es, porque sino, no la escogerían algunas personas, no podrían optar a ella. La preguna más bien sería, ¿es la mejor opción? Sinceramente no lo creo. Si has pensado en suicidarte es porque eres infeliz y no soportas la situación que estás viviendo. Probablemente piensas que tu vida es un infierno, que las cosas no pueden mejorar y estás desesperado. Te sientes sin salida y crees que la única vía de escape es la muerte.

Yo no me atrevería a juzgar a alguien que quiera suicidarse, porque no sé por lo que está pasando, no sé que tan horrible pueda ser la vida de esta persona, tan así que sólo en la muerte logra ver un descanso a tanto sufrimiento. Creo que sólo alguien que haya pasado por ello, podría comprender una mente suicida y lo difícil de la situación que vive internamente. Por eso pienso que alguien que ve el escenario desde fuera no tiene la autoridad para decir que para la persona que va a tomar esa decisión sea fácil o que esa opción sea la que ocupan los cobardes.

Si comienzas a tener ideas suicidas, es importante que intentes analizar cómo te sientes. Lo más seguro es que estés deprimido y cuando una persona tiene depresión es prácticamente imposible que vea algo positivo en su vida. Es casi como si una nube negra se parara sobre ella y no la deja ver el sol. Pero el sol está ahí y cuando el viento sople y la nube se mueva, lo vas a ver. Es la depresión la que no te permite ver que las cosas van a mejorar y que tu vida puede ser mejor. Si te sientes deprimido, debes buscar ayuda, porque la depresión no se cura sola y es un problema serio que necesita ser tratado para que te recuperes.

“Los enfermos (mentales) tienen que luchar contra la estigmatización, la soledad, finalmente contra el abandono. Muchísimas veces en las calles los indigentes que nosotros vemos, son muchachos que nunca tuvieron la oportunidad de ir a los médicos, la medicina es carísima, la psiquiatría en estos países está diseñada para los ricos”, Piedad Bonnet (Poetisa). Muchas veces las personas se frustran más, porque no saben con quién hablar y no todos pueden pagar un terapeuta. Eso es lo de menos. Si te sientes muy mal y deprimido, intenta acercarte a tu familia y amigos. Aislarte es lo peor que puedes hacer. Tal vez tú solo no le encuentres una solución a tus problemas, pero las personas que te quieren, pueden ayudarte a encontrar una. Lo importante es que puedas expresar cómo te sientes y recibir apoyo de al menos una persona y saber que hay por lo menos alguien que cree en ti, porque eso puede ser suficiente para que retomes fuerzas y sigas adelante.

Por otro lado, lo que se escucha comúnmente sobre el tema es que el acto de suicidarse es el más egoísta que una persona puede cometer, porque aunque es “su vida”, las personas que quieren a quien se quita la vida y para las que sí es importante (aunque la persona no quiera creerlo), van a quedarse sufriendo. Se van a pasar preguntando qué pudieron haber hecho para ayudarle, porqué no notaron que algo le pasaba, porqué no tomaron en serio su depresión o sus comentarios. El suicidio de una persona cercana es un evento traumático, que marca a quienes lo viven, destruyendo sus vidas para siempre.

Por todas esas razones considero que es importante estar pendientes de las personas a las que queremos y notar cuando hay cambios en su conducta. Una persona que se quiere suicidar, es OBVIO que no está bien emocionalmente, ya sea por depresión o algún trastorno de personalidad. En algunas de estas personas la necesidad de apoyo y de reconocimiento por parte de su familia y amigos, las puede llevar a intentar el suicidio como una forma desesperada de pedir ayuda y captar su atención. En estos casos la persona en realidad no desea morirse, pero como no mide los riesgos de lo que está haciendo, estos intentos de suicidio terminan en ocasiones dejando al individuo en estado vegetativo, con lesiones permanentes o incluso causándole la muerte.

Lo más triste es que muchísimas de las personas que se suicidan lo hacen sin planearlo, por un impulso, porque justo en ese instánte no soportan ni siquiera estar en su propio pellejo y se sienten desesperadas. Sin embargo, las situaciones cambian, la vida cambia.

Si realmente te quieres suicidar, no te voy a decir que no lo hagas, porque sé que no te voy a poder convencer, porque en este momento estás cegado por lo que sientes. Lo único que te puedo pedir es una cosa: ¡espérate! Si estás decidido a hacerlo, creo que podrías esperar una semana o incluso un mes. Te aseguro que lo que sientes en este instánte, no lo vas a sentir mañana o pasado, o la otra semana o el otro mes. Entonces, tal vez ya no te vas a querer morir. Si aún después de eso seguís pensando lo mismo, puedes seguir adelante con tu plan original. Pero si tomas la decisión de suicidarte HOY, debes saber que mañana no la vas a poder cambiar. El suicidio es una solución permanente a un problema temporal. Es la opción más radical que puedes tomar… ¡y no hay marcha atrás!

¿No te gusta tu vida? ¡Cámbiala! Tú tienes el poder de hacerlo. Esa es la opción valiente, enfrentar la situación que no te gusta y modificarla. Lo que sucede es que nos da miedo el cambio y por eso le huimos. Pero en la vida la única constante es el cambio. No es ser cobarde tener miedo, ser cobarde es no enfrentar nuestros temores.

Sé que no a todos les gusta cuando Dios sale a relucir, pero si no crees en Dios, una fuerza suprema, algo superior a ti, no importa cómo quieras llamarle, es imposible que logres salir adelante y sobrellevar todo lo que tenemos que afrontar en la vida. Ese Ser es el que nos da las fuerzas para seguir adelante y creer que Él existe nos hace entender que nuestra vida tiene un propósito y que no somos nadie para decidir quitárnosla, porque valemos mucho.

¡Tú vales mucho! Sólo tienes que creerlo…

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