Hace poco más de un año que escuché hablar de María Renée de Iannuzzelli, health coach de Verde A María. Vimos que un amigo de mi Papi estaba bajando de peso y le preguntamos qué hacía. Nos dijo que estaba con María Renée y nos explicó un poco cómo funcionaba el plan de alimentación con ella. Me encantó el hecho de que le mandaba toda la comida que debía ingerir. Mi Papi le preguntó qué hacía cuando le daba más hambre. Me acuerdo perfecto que dijo que ella le había dicho que comiera galletas de arroz. Yo ya comía, pero no las usaba para calmar el hambre. A partir de ese momento, aún sin conocerla, me empezó ayudar con ese tip que había aprendido de uno de sus actuales pacientes.
Luego, el año pasado me di cuenta de que mi hermana había comenzado a ir a donde ella. Le mandaba la comida a la casa y a veces era yo la que la recibía. ¡Todo se veía delicioso! Dicen que nada habla más fuerte que un buen testimonial y yo ya tenía dos. Así que hace un mes me animé a contactarla para ver si me podía ayudar.
Con los viajes, la falta de ejercicio por mi problema de espalda y la ansiedad por comer, me había pegado la peor engordada de mi vida. ¡Por primera vez no me quedaban ni las pijamas! La situación era crítica. Dejando de lado el incremento de peso y que no tenía ropa que ponerme, físicamente me sentía súper mal. Pasaba cansada, con colitis y dolores de cabeza. Adicional al impacto negativo que tenía emocionalmente, porque no me sentía bien conmigo misma. Y es que le estaba metiendo a mi cuerpo como mínimo 1,000 calorías de chocolates y dulces cada noche. En ocasiones era todavía peor.
Lo cierto es que había perdido el control y no encontraba por dónde empezar para cambiar mis hábitos alimenticios. Sentía que sola no lo iba a lograr, pero no había encontrado a alguien con quien me sintiera cómoda para iniciar. Dicen que todo pasa por algo, y por alguna razón me decidí a llegar a María Renée. Ella es la mejor coach que puedo tener en este proceso. Es una persona dulce, amable, atenta y profesional. Hicimos química desde el primer minuto, porque es un amor.
Cuando llegué a la cita inicial, lo que hizo fue escucharme para poder entender por qué estaba comiendo tan desmedida. Me fue dando su retroalimentación de lo que pensaba. Supo entender mi desorden de alimentación, que es algo indispensable para mí, porque es bien difícil cuando uno va a donde un nutricionista que no tiene ni la más mínima idea de qué es eso. Me fue dando tips de qué hacer cuando tuviera ansiedad, qué cosas comer que no me iban a afectar en el peso y tampoco en la salud. Me aclaró lo importante de tener un estilo de vida saludable, que no es estar a dieta, sino saber elegir los alimentos que le metemos a nuestro organismo. Al final nuestro cuerpo es una máquina y los alimentos son el combustible.
Empezamos el plan de alimentación y yo estaba feliz. En primer lugar, porque me quitaba la carga de encima de tener que ir a elegir la comida. A veces con las dietas, uno tiene que andar de un lado a otro buscando lo que le dejan y eso me frustraba, porque no me gustaba andar “food hunting” (cazando comida). Por otro lado, si te dicen “un aguacate pequeño”, ¿qué es pequeño? Es bien relativo ese término. En cambio, María Renée me manda el aguacate del tamaño que ella necesita que yo coma. No tengo que estarme preocupando de si elegí el tamaño correcto.
En Verde A María les cocinan a sus pacientes los tres tiempos de comida y las dos meriendas de 28 días seguidos. ¿Qué más se puede pedir? Lo único que tengo que comprar yo son palomitas de maíz, galletas de arroz y jícama para cuando me da ansiedad. Todo lo demás viene en sus depósitos para cada día, en las porciones exactas sólo para calentar. ¡Es lo máximo!
Ahora les cuento los resultados que he tenido en 2 semanas y media siguiendo el plan al pie de la letra. Bajé 15 cms de cintura 😱, que es un montón, 12 cms de cadera, 13 cms de pierna y 3 cms de brazo. Yo estaba que no me lo podía creer. Además, al inicio tenía edad metabólica de 41 años y hoy tengo 31. ¡Increíble! Bajé la retención de líquidos, la grasa, ¡todo bajó! La mejoría fue notoria desde la primera semana, porque las pijamas ya me quedaban hasta un poquito flojas.
Por otro lado, físicamente me siento muchísimo mejor. Ya no me duele la cabeza, ni tengo colitis y el estreñimiento ha desaparecido. Aunque el efecto más marcado que he visto ha sido en mis niveles de energía. Desde hace más de 10 años me costaba despertarme y amanecía lo más temprano a las 9am, sino más tarde de lo cansada que me sentía. Ahora me despierto sola, sin alarma, a las 6am. Eso era algo que no sabía que iba a pasar. ¡Los días me abundan! Me siento súper productiva. El sueño se me ha regulado. María Renée me dijo desde un principio que el objetivo principal de ella era que sus pacientes se sintieran bien físicamente y que la pérdida de peso era una consecuencia de la buena alimentación. ¡Qué razón tiene!
Otro mito es que a veces pensamos que comer sano es sinónimo de comer feo y no es así. En Verde A María me mandan hasta postres de desayuno y con eso se me quita la ansiedad por lo dulce. En tres semanas no he comido ni un solo chocolate y no me han dado ganas siquiera. Las porciones que me dan son justo lo que necesito. No paso hambre, como rico y bajo de peso. Nuevamente, ¿qué más se puede pedir?
Pueden contactar a María Renée de Iannuzzelli al 7506-9680. También la pueden seguir en Facebook como Verde A María y en Instagram como @verdeamaria.
I was wearing:
Shirt: Forever21
Jeans: H&M
Hair, Makeup & Nails: Iconos Hair & Makeup
Photos: Control R – Humberto Mejía