En marzo de este año les compartí todo lo que había hecho para bajar de peso en el post de Reactivación Metabólica. Había alcanzado resultados buenísimos en 5 semanas, siguiendo el plan de alimentación que me dejó mi nutricionista al pie de la letra, así como una rutina de ejercicio. Requirió de mucha disciplina y determinación. ¡Me había esforzado un montón!
Se podrán imaginar la frustración que sentí en ese aspecto cuando me fracturé el pie. ¡No más ejercicio! ¡Inactividad total! Empecé a comer por ansiedad dulces, pizza, chocolates, en resumen: “comfort food”, que como su nombre en inglés lo dice es comida que te consuela y te hace sentir mejor. Ya se podrán imaginar la consecuencia de sumar todos estos factores: un incremento de peso peor que el que tenía al inicio del año.
Para mi viaje a Grecia en junio fue la primera vez en casi 20 años que tuve que mandar a hacer calzonetas de cuerpo entero, porque ni en broma me iba a poner un bikini. Ya para vacaciones de agosto no me sentía bien ni siquiera con ese tipo de traje de baño. En ese momento tenía más o menos un mes de estar yendo a nadar y a hacer elíptica, pero sentía que no me estaba funcionando para nada. En primer lugar, no iba todos los días a hacer ejercicio, porque me dolía el pie al manejar y, en segundo lugar, seguía comiendo como que no hay mañana.
Como ya estaba en el punto de que lloraba, porque no me quedaba absolutamente nada, ni siquiera los “shorts de gorda” (así los bauticé) que había comprado para mi viaje, mi Papi me dijo que por qué no iba de nuevo a donde Rodrigo Valdivieso, mi nutricionista. Así que seguí su consejo e hice mi cita. Efectivamente estaba peor que nunca en mi vida y con el ánimo en el suelo. Pero Rodri siempre me anima. Me hizo un plan de alimentación completamente diferente a los que había tenido antes y me puse manos a la obra.
Pero me seguía faltando un buen ejercicio y esta vez no podía regresar a hacer Vibrofit por la lesión del pie. Me lo prohibió el doctor.
Aquí viene la historia de cómo empecé a hacer Insanity. En junio que mi Mami estaba visitando a mi hermanito me contó súper emocionada que estaba haciendo Insanity con él y le encantaba. Yo le dije asustada que la iba a matar su hijo por ponerla hacer un ejercicio tan intenso. Hace varios años yo había probado hacerlo, pero después de un mes no aguantaba el dolor en las rodillas y los tobillos. En la rutina hay muchos saltos y eso fue lo que me afectó. Entonces dejé de hacerlo. Pensé que a ella le podía pasar lo mismo.
Para mi sorpresa cuando regresó de viaje, les contó a las señoras de la colonia con las que se reúne a hacer ejercicio y comenzaron a hacerlo juntas. ¡Yo no lo podía creer! Para que tengan una idea son todas mujeres de más de 55 años. Mi expresión fue: “¡Se van a morir o se van a lastimar como mínimo!” Entonces me explicó mi Mami que ellas no lo hacían exactamente igual, sino que modificaban ciertos ejercicios para no tener que saltar y no lesionarse. Pero lo que me convenció para intentarlo de nuevo, fue que me contó cómo la parte de estiramiento que hay en la rutina, le había ayudado a una de las vecinas que tenía un problema en la planta del pie. Ella vivía con dolor y después hacer Insanity se le quitó.
Así que la primera semana hice el entrenamiento con mi Mami para que ella me enseñara las modificaciones. No podía hacer casi nada por el dolor en el pie y por la falta de flexibilidad en el tobillo. Dentro del estiramiento hay una posición que se llama “Deep Side Lunge” y ahí uno se inclina sobre uno de los pies y estira la otra pierna. Yo no podía agacharme sobre el pie lesionado, porque implicaba doblar el tobillo. Entonces bajaba hasta donde lograba. No era que me doliera, sino que físicamente me era imposible hacerlo. Sin embargo, continué haciéndolo y poco a poco fui viendo el progreso, hasta llegar a doblar el tobillo completamente.
Por otro lado, el “Flamingo Stretch”, que es pararse en un pie y doblar el otro hacia atrás, me ayudó a fortalecer el pie fracturado. Al principio no podía hacer ese estiramiento sin detenerme de algo, porque perdía el equilibrio. Hoy el pie tiene la suficiente fuerza para sostener el peso de todo el cuerpo sin perder el balance.
Cuando yo comencé a hacer Insanity, cojeaba al caminar, no podía bajar gradas, no me entraba el pie en mis zapatos pachos, sino que sólo en tenis y me dolía el pie. Después de aproximadamente 1 mes, yo ya no cojeaba, podía bajar gradas de forma normal, pude usar mis zapatos pachos de vestir y el dolor se había reducido increíblemente. ¡Todo gracias a Shaun T (y mi Mami)! Jajaja, él es el creador del ejercicio. Yo estaba que moría de felicidad. Después de que nada me ayudaba a mejorar de mi lesión, el ejercicio que en otra época me lastimó, ahora que lo hice con las modificaciones recomendadas por mi Mami, me sanó.
Como bonus, después de 2 meses siguiendo el calendario de ejercicios de Insanity y mi plan de alimentación, bajé 16 libras, de las cuáles 15 fueron de grasa y sólo 1 de masa muscular. En volumen reduje las medidas muchísimo. He tonificado brazos y piernas como nunca en mi vida y mi ropa ya me queda, jajaja. ¡No puedo estar más feliz!
¿Qué es Insanity? Es una serie de videos que se hacen de acuerdo a un calendario establecido. Ahí está detallado qué video se hace cada día. Los del primer mes duran en promedio 40 minutos y los del segundo mes 1 hora. En total son 60 días y luego se puede repetir el ciclo las veces que uno quiera. Eso es lo que yo estoy haciendo actualmente.
Insanity en inglés significa locura o demencia… eso describe perfectamente la rutina de ejercicios, jajaja. El segundo mes es más loco que el primero como se podrán dar cuenta, porque se asume que uno ya está en mejor condición física. Se suda exageradamente. Nunca había hecho un ejercicio con el que sudara así. Necesito tener un trapeador a la mano para estar secando, de lo contrario me deslizo. Los que me siguen en Instagram lo han podido ver en mis historias.
Está demás decir que les recomiendo hacer Insanity. Gracias al Dr. Shaun T (como le ha puesto mi Papi) me curé de mi pie.
