Estoy segura de que no he sido la única que tenía un poco de temor de enfrentarse a la báscula después de las fiestas. Para algunos el miedo habrá sido mayor que para otros, y es posible que todavía haya un par que no se ha atrevido a ver qué dice la balanza.
Yo terminé mis “vacaciones” esta semana y ayer tuve cita con Rodrigo Valdivieso, mi nutricionista. Estaba indecisa de si era buena idea ir tan pronto o si era mejor esperar unos días más. Al final llegué a la conclusión de que prefería saber cuáles eran los resultados que había obtenido justo después de la época navideña, y así empezar con mi nuevo plan de alimentación lo antes posible.
Les cuento que tuve buenas noticias, porque no subí de peso, sino que incluso perdí 0.7 lbs. Sé que es poco, pero como me decía Rodri es un resultado buenísimo para la temporada que acabamos de pasar. Aunque él me decía que casi toda la gente ha aumentado, a mí no me gusta compararme, porque yo sé lo que me esforcé para alcanzar mi meta.
El año pasado empecé enero con el peor peso de mi vida como les conté en publicaciones anteriores. A raíz de la fractura de mi pie perdí todo lo que había logrado con la ayuda de Rodri, y llegué a tener un peso aún peor para agosto. Me volví a poner en control y bajé bastante. Entonces no iba a darme el lujo de tirar por la borda todo ese trabajo en un mes de fiestas.
¿Qué hice para mantener mi peso? Básicamente 2 cosas. La primera fue seguir haciendo ejercicio todos los días. ¡No fallé la rutina diaria de Insanity! Eso incluyó el 25 de diciembre y el 1 de enero, porque los lunes toca video. Sin embargo, dicen que el ejercicio es sólo un 20% del trabajo. El otro 80% es la alimentación. Por lo tanto, hagan los cálculos… ¡no basta con hacer ejercicio!
Esa es la razón de que la segunda práctica para mantener mi peso haya estado en lo que comí. Sabía que no iba a poder evadir las fiestas, y tampoco quería hacerlo. Por eso lo que hice fue mantener mi plan de alimentación la mayor parte del tiempo, y SIEMPRE que estuviera bajo mi control. Por ejemplo, los desayunos y almuerzos los hice siempre en mi casa. Algunas cenas fueron en restaurante, y traté de hacer elecciones saludables siempre que era posible.
Antes de irme al mar el 31 de diciembre, mientras todos comían Pollo Campero, yo elegí mi opción de quínoa favorita con atún, piña, almendras y apio. Pero el 24 que fuimos a ver mi Abuelito y en su casa tenían Pollo Campero, hice la excepción y comí eso. Al igual que el lunes que un amigo que había venido quería ir ahí. Ni en todo el año he comido tantas veces como en este mes, jajaja.
Lo que intento explicarles aquí es que Rodri y yo sabíamos que diciembre no era un mes para bajar de peso. De hecho, él me dijo que no me iba a modificar el plan de alimentación, porque no quería que estuviera enfocada en eso, sino que también disfrutara en estas fechas. No me privé de comer rico ni de compartir con las personas que quiero por estar obsesionada con mi dieta. Sin embargo, sí hice mi mayor esfuerzo para compensar esos desajustes con ejercicio y comida saludable. Gracias a eso es que pude mantener mi peso.
Por otro lado, me explicaban que cuando se está haciendo ejercicio como en mi caso, se aumenta la masa muscular, y el músculo pesa más que la grasa. Esa podría ser también una razón por la cual mantuve mi peso y no bajé.
Ahora que empiezo 2018, mis regalos de Navidad fueron un FitBit tracker para monitorear mis rutinas de ejercicio y ropa deportiva. Nunca había sido un propósito para mí ponerme en forma, pero después de ver los resultados que obtuve en los últimos meses de 2017, creo que este nuevo año puedo alcanzar metas más altas. I’ll keep you posted!
Les aconsejo no ponerse objetivos muy generales y a largo plazo como: “quiero bajar de peso este año”, sino que más específicos y a corto plazo como: “en 1 mes quiero bajar 5 lbs.”, y así sucesivamente. Es una buena forma de ir midiendo nuestros logros. Una vez que alcancemos el primero, nos ponemos el siguiente.
Pueden contactar a Rodrigo a través de la página de Clínica de Integración Nutricional Plan V en Facebook e Instagram o al teléfono 7740-2807.
PS: Este es el “debut” de mi Goida Winky en el blog. A ella le encanta llegar cuando estoy haciendo ejercicio y acostarse en el mat mientras hago abdominales o meterse debajo de mis pies cuando estoy en una posición en la que dejo un hueco como en las fotos. ¡Esa gorda sí necesita ejercicio! Pero la amo y me hace compañía durante la rutina. Es un caso ella. No es mentira eso de que la curiosidad mató al gato.
