It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been

Hace unas semanas leí esta cita y me encantó: “Quien te lastima te hace FUERTE. Quien te critica te hace IMPORTANTE. Quien te envidia te hace VALIOSO. Y a veces es divertido saber que aquellos que te desean lo peor… tienen que soportar que siempre te ocurra LO MEJOR”.

Actualmente, el Internet y las redes sociales son una herramienta increíble para poder comunicarnos y poder compartir nuestras ideas con muchísimas personas, incluso aquellas que no conocemos. Sin embargo, no hay filtros ni controles que nos aseguren quiénes son esas personas con las que nos comunicamos, lo que permite que algunas de ellas le den un mal uso, escudándose en el anonimato para insultar, injuriar, criticar, difamar, calumniar y faltarle el respeto a otros. Ya no sólo los famosos son victimas de estos ataques, porque al estar en la red con un perfil de Facebook, Twitter o un blog, todos nos convertimos en figuras públicas y blancos de estos sujetos. Claro, unos en mayor grado que otros dependiendo de la exposición que tengamos en los diferentes medios.

Hacer esto no es más que un acto de cobardía. Algunos dirán que para eso existe la libertad de expresión y es su derecho decir lo que piensan. Pero como ya saben, el derecho de uno termina donde empieza el del otro. Y la libertad de expresión no incluye la libertad para insultar, injuriar, difamar, calumniar y faltar el respeto al prójimo. Las personas en internet tienen la idea de que usando un “nickname”, ocultándose detrás del anonimato, pueden decir lo que quieran, cuando en realidad no deberían de decir algo que no le dirían cara a cara a alguien.

Como dice Alejandro Jodorowsky: “¿Aprovechas el anonimato para insultar? Algún día dejarás de ser niño y conocerás la nobleza de la mente adulta”.

Por otro lado, quiénes se dedican a descalificar a los demás, son personas con baja autoestima, que piensan que al denigrar a otros, ellos se enaltecen. La pérdida de valores a la que nos enfrentamos es la que hace que no se tenga ningún sentido de responsabilidad ni respeto hacia los demás. Porque una cosa es hacer una crítica constructiva y firmarla con nombre y apellido, y otra muy distinta es hacer comentarios viscerales y llenos de odio que sólo buscan ofender y dañar al receptor. Les aseguro que si conociéramos la identidad de quien publica este tipo de mensajes anónimos, nos daríamos cuenta de que las razones para hacerlo son simplemente la bajeza que mueve a algunos seres humanos.

De alguna forma, las redes sociales también han influido en este problema, debido a que el tipo de relaciones que se establecen son más horizontales y se pierden las formalidades. Todo el mundo se “tutea” por ejemplo. Es parte de estar en ese mundo. El hecho de que cualquiera puede opinar en la red aumenta la cantidad de insultos, precisamente por lo que les decía antes: la falta de filtros. Las personas ni siquiera se detienen a pensar lo que van a decir, mucho menos a analizar el impacto que sus ofensas pueden tener en los demás. Aquí no hablo sólo de la persona que recibe el insulto directamente, sino también todos aquellos que leemos ese comentario y para los que nos resulta chocante.

Pero, ¿saben cuándo es que se empieza a insultar y ofender? ¡Cuando no hay argumentos! ¿Por qué? Porque ya no hay nada más qué decir, por lo tanto, insultar resulta lo más fácil de hacer como resultado de la gran frustración que puede sentir el atacante al no poder defender su posición. Además, la envidia que les puede causar ver que a alguien le va muy bien, que tiene muchos seguidores, que está aportando algo de valor a las personas en la red, hace que muchos de los que no están haciendo nada quieran arruinar lo que otros hacen.

¿Qué les puedo recomendar? Si por alguna razón son victimas de este tipo de ataque, no se rebajen al nivel de las personas que escriben esos comentarios, sino que simplemente bórrenlos. También pueden bloquear las cuentas de estas personas para que no tengan acceso a ustedes. En el caso de Twitter, debido a este tipo de problemas “ya no garantiza el anonimato de sus usuarios. Twitter respondió positivamente a una orden judicial para compartir los datos personales de un usuario anónimo acusado por difamación”. La gente piensa que en internet hay impunidad, pero poco a poco van a ir surgiendo leyes más sólidas que regulen este mundo cibernético.

La educación que tenemos la debemos demostrar siempre y si no estamos de acuerdo con algo que ha dicho o hecho una persona, podemos expresárselo, pero de una forma correcta y dando la cara. Para dejar claro nuestro punto no debemos ofender al otro. Las personas que insultan sólo demuestran su bajeza y poco valor humano. Está en nuestras manos hacer de internet un espacio de buena comunicación, respetando a los demás.

Suscríbete a mi newsletter