It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been

La semana pasada fue súper difícil para mí e incluso pensé en dejar de escribir el blog, porque sentía que si yo estaba mal, cómo podía darle palabras de aliento a otras personas. Pero una amiga me dijo que si dejaba de escribir, iba a permitir que ED  me boicoteara.

Se preguntarán quién es ED. ED es el acrónimo en inglés de “Eating Disorder”, que en español significa “Trastorno de la Conducta Alimentaria” (TCA). ED es una enfermedad como cualquier otra, con la diferencia que afecta la parte física y emocional de la persona que la padece, además de las personas que la rodean.

Un ED puede ser anorexia o bulimia. No importa el tipo de ED que tengas, lo importante es saber que tú no eres la enfermedad, no eres ED. Por eso me gustó cuando leí un libro que se llama “Life without ED” (La vida sin ED), porque explica cómo ED es el que nos controla y hace creer que estamos gordas, que no debemos comer, que nos hace sentir culpables si comemos golosinas, que nos dice que tenemos que hacer ejercicio hasta quedar agotadas, que nos lleva a buscar soluciones autodestructivas para enfrentar la vida, que nos hace mentir, que nos aleja de nuestros seres queridos y que nos hace sentir que no valemos si no somos lo más delgadas posible. Y para ED nunca vamos a ser lo suficientemente delgadas.

En El Salvador el tema de los TCA se trata como un tabú y muchas personas que lo padecen se encuentran solas y no saben a quién recurrir para pedir ayuda. La familia generalmente no conoce la enfermedad y no encuentran en quién apoyarse para salir adelante. Además, les da vergüenza hablar sobre el tema, porque consideran que es algo malo, cuando en realidad no es su culpa, es simplemente una enfermedad que debe tratarse.

Yo tenía varios años de tener períodos en los que bajaba de peso radicalmente, pero eran períodos cortos y nadie le daba importancia, ni siquiera yo. Pero desde el 2008 las cosas cambiaron y “restringir” (dejar de comer) se volvió mi estilo de vida. Tuve la suerte de que en diciembre de 2009 una amiga muy querida me vio y me dijo sin andar con rodeos que yo tenía un ED. Ella es psicóloga y trata muchos casos de ese tipo, así que decidí al menos escuchar lo que tenía que decirme.

Estábamos en una fiesta, yo estaba en los huesos y sin embargo, en ese momento no paraba de comer, y ella me lo hizo ver. Yo insistía en que no tenía ningún problema. Recuerdo exactamente mis palabras, le dije: “Me estoy dando permiso para comer hoy”. Y ella me dijo que eso no era un “permiso”, sino un “atracón”. Esa fue la primera vez que escuché los términos “restricción” y “atracón”. Para que yo me informara más sobre el tema ella me dio el libro “Life without ED”, y al leerlo, pude darme cuenta de que me identificaba totalmente con lo que la autora describía.

Después de eso, ella les recomendó a mis papás una terapeuta de familia, que es la que hoy es mi terapeuta personal. Con ella comencé a trabajar todos mis conflictos, porque lo que hace la comida es “adormecer” los sentimientos. En lugar de sentir, restringes o te atracas. A medida que pasaba el tiempo, ED se convirtió para mí en un problema serio y las complicaciones que surgieron en mi vida durante esos años, hicieron que éste se acentuara aún más.

A pesar de todo esto, yo no lo veía como un problema. Al contrario, era feliz de estar súper delgada, de usar una talla súper pequeña para mi edad y estatura y de que me veía como una niña. Porque ese es uno de los efectos de ED, hace que las mujeres tengan cuerpos de niñas. En medio de tanta “felicidad”, lo que nunca imaginé fue que ED pudiera ser tan grave como para provocar la muerte, ¡pero así es! Poco a poco te vas consumiendo tu propio cuerpo, los órganos se van afectando y por último muere el cerebro o el corazón. De esto me enteré la semana pasada que mis papás me llevaron con una endocrinóloga que se especializa en TCA. Fue ella la que me explicó el daño que me estoy causando al restringir y al atracarme, y me dejó millones de exámenes para conocer mi estado físico. El metabolismo se altera dramáticamente.

Mi terapeuta tenía 1 año de estarme diciendo que necesitaba que me chequeara físicamente para saber cómo estaba, y yo no le hice caso. ¿Por qué? Porque yo quería seguir estando esquelética. Pienso que pedirle a un paciente con TCA que vaya a donde un endocrinólogo es como pedirle a un alcohólico que vaya a sus reuniones de alcohólicos anónimos. ¡No va a ir! Por eso existen los sponsors, que son los que los llevan y los apoyan en el proceso de recuperación. En mi caso, mis papás asumieron el rol de sponsors y me llevaron a donde esta doctora, porque yo me estaba apagando. La luz de mis ojos se esfumó y por más que deseaba ser positiva, mi estado físico no me lo permitía.

Una persona que padece esta enfermedad no la puede vencer sola, necesita un gran equipo y mucho apoyo. Nuevamente les digo que yo he tenido la bendición de que Dios me ha puesto a esta amiga que es un ángel y que nos ha guiado a mí y a mis papás en el proceso de mi recuperación. Fue ella la que nos recomendó a la terapeuta ideal para mí y a la endocrinóloga con experiencia en TCA. Además, el cariño tan grande que nos tiene a mí y a mi familia, la llevó a meterse de lleno en el problema y darse a la tarea de explicarle a mis papás lo que es un TCA y lo difícil que es para la persona que lo padece.

Como les dije desde mi primera entrada del blog, soy humana y tengo mis defectos y debilidades. Ningún proceso es un camino ascendente, sino que tiene altos y bajos, y hay recaídas. La semana pasada me puse súper triste, porque me sentía sin fuerzas, cansada, decaída, no podía dormir y sabía que estaba teniendo una recaída grave. Pero mi amiga tiene razón y no le voy a dar el gusto a ED de verme derrotada y de abandonar mi blog, que tanta ilusión me ha dado y que me ha conectado con personas maravillosas que se han identificado con mis experiencias. Lo más valioso que puedo hacer es levantarme y seguir adelante.

Hoy no les estoy contando una experiencia sobre cómo superé una prueba, sino que los estoy invitando a que me acompañen en esta lucha y en mi proceso de recuperación, a través del cual espero poder ayudar a otras personas que también combaten a ED. El mejor consejo que les puedo dar en este instante es: ¡Busquen ayuda! Y si tienen seres queridos que presentan estos síntomas, hablen con ellos y apóyenlos. Aislarse de todos es una de las peores cosas que podemos hacer los que sufrimos este trastorno.

Este tema no se puede abordar en una sola entrada, porque sería demasiado largo, pero más adelante les hablaré acerca de los síntomas, las mentiras que nos hace decir ED, cómo ED nos manipula, cómo alejamos y dañamos a todas las personas que nos quieren y están a nuestro lado, cómo poco a poco vamos dejando de vivir y disfrutar de la vida. Si les interesa que toque puntos específicos de mi experiencia con ED, va a ser un gusto hacerlo.

Si desean más información sobre mis terapeutas y endocrinóloga, pueden escribirme en la hoja de contacto y con mucho gusto les doy la información.

Suscríbete a mi newsletter