It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been
It's never too late to be what you might have been

Me gusta mucho escribir en inglés y siento que hay frases que al traducirlas al español pierden un poco su significado o impacto. “It’s never too late to be what you might have been” es una frase que escuché hace unos meses en el final de la serie “Brothers and Sisters” y quiere decir: “Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido”.

Ayer le contaba a Tirza, mi terapeuta, que mi primera entrada del blog quería que fuera sobre esa frase. Ella me dijo que era la frase perfecta para mí. Y, ¿les cuento algo? Yo la hice mía desde el segundo en que la escuché. Repetí esa parte de la serie una y otra vez para asegurarme de que estaba escuchando bien.

Creería que la mayor parte de las veces somos nosotros mismos los que nos ponemos límites. El mundo está afuera esperando por nosotros y deseando que nos decidamos a hacer lo que nos propongamos. Pero debemos tomar las decisiones por nuestra cuenta y tenemos que hacer elecciones. Y como siempre me dice mi Papi: “Elegir una cosa es no elegir otra”. No podemos tener todo en esta vida, pero sí podemos decidir qué es lo que queremos tener.

En el transcurso de los últimos seis años había pensado siempre que ya era demasiado tarde para mí para hacer muchas cosas y me enojaba por las elecciones que había hecho, porque consideraba que éstas eran la razón de mi infelicidad. Sin embargo, no me atrevía a tomar las riendas de mi vida y cambiarlas. Me paralizaba tanto el miedo al cambio y a correr riesgos que preferí ser infeliz durante todo ese tiempo.

Me casé estando súper joven. Tenía 22 años. Definitivamente no estaba lista. Y una vez que vi en lo que me había metido, pensé que ya no tenía escapatoria. No existía en mi esquema de valores la posibilidad de un divorcio. Siempre soñé que me iba a casar para toda la vida.

Al haberme casado “perdí” muchas cosas (según yo). Mi sueño de toda la vida era participar en Miss El Salvador e ir a Miss Universo. Antes de casarme no me atreví a ir, pero nunca lo quise aceptar. Era más fácil responsabilizar a alguien más para tapar mi cobardía. Decía que mis papás no me apoyaban en mi sueño de ser modelo y que entonces no me dejaban ir. Pero realmente nunca les pedí permiso. O decía que esos concursos ya estaban arreglados. Y una vez casada y que sí quería ir y me sentía con la confianza suficiente para concursar… ¡fue demasiado tarde! Es “MISS”, no “MISSIS”. Nunca reparé en ese detalle. Divorciarme tampoco era una solución, porque las reglas del concurso son nunca haber estado casada. Eso fue alimentando mi cólera hacia mi matrimonio.

Luego resultó que por haberme casado, mis papás ya no me iban a pagar mi maestría en Alemania. Otra cosa más que salía mal por estar casada. No iba a tener la oportunidad que han tenido mis hermanos de estudiar fuera. Más ira se iba acumulando en mí y la descargaba en el resto del mundo. Cuando objetivamente las consecuencias eran por mis actos y decisiones y era yo la que debía asumir la responsabilidad de ellas.

Ahora cambié el chip. Es tan fácil y tan difícil como eso. Es simplemente decidirse a tener otra actitud ante la vida y ante las situaciones que enfrentamos y buscar nuestra felicidad con todos los recursos que tenemos. Claro que para cambiar el chip tuve un gran equipo atrás. En primer lugar mis papás que nunca me han dejado y que siempre me han dado su amor incondicional. Mis hermanos que a pesar de ser menores que yo son un gran apoyo. Tirza, que es la mejor terapeuta que se puedan imaginar. Y mi familia y amigos súper cercanos que estuvieron a mi lado en los momentos más difíciles.

Esta página web y este blog son la prueba de que ¡¡¡NUNCA ES TARDE!!! Me encanta el modelaje y me encanta escribir… pues lo voy a hacer y lo estoy haciendo. Estoy asumiendo riesgos. Estoy consciente de que no a todo el mundo le va a gustar lo que hago o lo que escribo, pero es lo que yo quiero hacer y lo que a mí me hace feliz. Estoy por fin iniciando un proyecto propio, en el que la única arquitecta de él soy yo. Esto no depende de nadie más que de mí. Estoy asumiendo la responsabilidad de mi vida y de lo que quiero ser.

¿Estaba atrapada en mi matrimonio? No. Era algo que sólo yo pensaba. Y el temor a lo que iba a decir la sociedad era lo que más me paralizaba a tomar la decisión. Con el apoyo de mis papás la tomé y ahora soy feliz. No fue tarde para tomar la decisión y ser soltera otra vez. Me mataba pensar que nunca salí cuando era adolescente y que no tuve citas ni amigos. Pero ahora lo puedo hacer. Ahora puedo tener amigos, puedo aceptar invitaciones a salir, puedo tener “citas” y conocer gente nueva. ¡No fue tarde! Y sé que tampoco es tarde para que en un futuro sea una buena esposa para alguien más.

Desde muy pequeña recuerdo haber tenido una mala relación con mis papás y mis hermanos. Creía que nunca iba a tener la familia que yo deseaba y que nunca iba a ser una buena hija y una buena hermana. Tenía la idea de que ya era demasiado tarde para arreglar las cosas y que ya ninguno de los miembros de mi familia podía cambiar. ¡Otra mentira! Es impresionante cómo todos hemos cambiado y cómo he recuperado a mi familia. Ahora tengo una relación increíble con mis papás y me llevo muchísimo mejor con mis hermanos. Con mi hermana compartimos más, hablamos más, nos buscamos más cuando necesitamos ayuda. No fue tarde para tener la familia que deseaba. Y esto sólo es el principio, porque todavía tenemos mucho que dar y el potencial para cambiar las cosas que aún no son como deberían de ser.

En cuanto a mis estudios. Es cierto que mis papás no me pagaron la maestría en Alemania, pero si yo quisiera, si realmente fuera algo que yo deseara y me fuera a hacer feliz, ya me la hubiera pagado yo. Pero no es lo que quiero y nunca lo quise. Yo no sobreviviría en Europa. No me gustan los días grises, ni el frío. Allá me moriría de tristeza. Además, soy súper hogareña y de familia y no podría estar lejos de mi familia y amigos. Entonces, ¿qué hice? Sacar mi maestría online. Me fue súper bien, aprendí muchísimo, conocí personas de todo el mundo y lo disfruté un montón. En otra entrada les contaré de mi experiencia con la maestría online, porque fue muy buena.

Sin embargo, el punto más importante de la historia es que yo pensaba que era demasiado tarde para que yo fuera una buena persona. Yo estaba convencida de que no era una buena persona a pesar de que mis papás y Tirza se esforzaban en hacerme creer que sí lo era. Lo interesante del caso es que hoy sé que en esencia siempre he sido una buena persona. Simplemente soy humana y tengo defectos y cometo errores. Pero me he dado cuenta de que no es tarde para corregirlos. Ahora sé que puedo ser lo que yo quiera ser. Ahora veo que la gente me quiere, que puedo ser súper simpática, súper sweet, súper cariñosa, súper detallista. Ahora me doy cuenta de que no fue demasiado tarde para cambiar. Sólo va a ser tarde el día de mi muerte.

Ahora soy feliz. ¿Tengo problemas? ¡Por supuesto! Como todo el mundo. Pero la mayor parte del tiempo soy feliz y disfruto mi vida y lo que hago. No fue tarde para que yo cambiara y sé que tampoco va a ser tarde para que muchos de ustedes que me leen tomen la decisión de cambiar sus vidas. Depende de cada persona, porque nosotros somos los protagonistas de nuestras vidas y es a nosotros a los que nos toca vivirlas.

It’s never too late to be what you might have been! Remember that!

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