It's never too late to be what you might have been!
It's never too late to be what you might have been
13-shoot-for-the-moon


Shoot For The Moon

febrero 27, 2012
13-shoot-for-the-moon

“Shoot for the moon, if you miss you will still be among the stars” (Apunta a la luna, si fallas, aún estarás entre las estrellas) es una frase de Les Brown, que leí por primera vez en el libro “PD, Te Amo” de Cecelia Ahern. Desde que la leí, me encantó y la repetía en mi cabeza todo el tiempo. Como pueden ver desde mi primera entrada, me fascina leer y ver series y siempre hay frases con las que conecto o me identifico y que trato de hacerlas mías, vivirlas. También me pasa un poco lo mismo con algunos personajes. Me meto demasiado en las historias.

¿Qué fue lo que hizo que esa frase me llamara tanto la atención en medio de un libro de más de 500 páginas? Que esa oración lo que lleva implícito es: ¡No seas conformista! ¡No seas mediocre! Esa expresión me hizo evaluar cómo estaba viviendo y me di cuenta de que no estaba tirando alto, no estaba persiguiendo mis sueños y no estaba siendo feliz. Estaba aceptando mi vida tal como era, sin hacer nada para cambiarla.

Cuando somos niños, soñamos con ser pilotos, bomberos, doctores, bailarines, actrices, escritores, modelos, cantantes, etc. ¿Por qué entonces al ir creciendo dejamos de lado nuestros sueños en lugar de luchar por conseguirlos? Pareciera que a medida que vamos convirtiéndonos en adultos, el mundo en el que vivimos nos dice que debemos ser “realistas” y desear cosas que están a nuestro alcance. El mundo de los adultos está lleno de límites, pero la vida no tiene límites, excepto los que nosotros mismos nos imponemos.

Yo pienso que todos al nacer somos un diamante en bruto y dependiendo de la exposición que tenemos y de cómo nos educan, así nos vamos formando. Ningún niño nace con límites, miedo o baja autoestima; es con la experiencia de vida que los va adquiriendo en base a lo que ve y escucha.

Por lo tanto, una vez que crecemos, muchos de nosotros no vivimos nuestros sueños, porque nos quedamos paralizados a la sombra de nuestros miedos. Nos da miedo que no vayamos a ser exitosos, que vayamos a hacer el ridículo y se vayan a burlar de nosotros, que no podamos superar los obstáculos que se nos presenten para cumplir nuestro sueño, etc. El miedo al fracaso es el peor que podemos tener, porque es el que nos frena a actuar y nos quedamos para siempre con la duda de qué pudo haber sucedido.

Si realmente deseamos algo, debemos actuar, porque no basta con sólo desearlo. Es necesario que nos comprometamos a hacer todo lo posible por conseguirlo y no quedarnos en el deseo. ¿Por qué? Porque siempre se nos van a presentar obstáculos y dificultades que harán difícil que consigamos eso que anhelamos; sin embargo, si estamos convencidos de que vale la pena luchar por eso, lo vamos a lograr. Lo importante es nunca darnos por vencidos y creer en nosotros mismos.

Si creemos en nosotros mismos, nos vamos a tener miedo a hacer el ridículo, porque nada de lo que los demás digan nos va a afectar. Nosotros vamos a conocer nuestro valor y todo lo que somos capaces de hacer. Si creemos en nosotros mismos, vamos a brillar y vamos a permitir que el resto del mundo vea nuestra luz interior y los vamos a irradiar con ella. ¿Han escuchado alguna vez que las estrellas brillan más en la oscuridad? Entonces no debemos temer cuando se presenten problemas y obstáculos, porque son nuestra oportunidad de brillar y vernos más.

Además, para ser capaces de superar cualquier dificultad que se nos presente, es fundamental mantener nuestra mirada fija en la meta que queremos alcanzar. Al poder vislumbrar lo que nos espera más adelanta, vamos a tomar las fuerzas para continuar y no rendirnos.

El mensaje de la frase inicial es que si le tiramos a lo más alto, siempre vamos a tener por lo menos lo siguiente mejor, vamos a llegar cerca de lo más alto. Si por alguna razón esa primera opción no funciona, siempre nos va a quedar algo muy bueno. Tenemos que ponernos metas altas, porque todo lo bueno cuesta. Si queremos algo fácil, solamente vamos a lograr cosas mediocres.

Hace unos días estuve en una entrevista y la persona con la que estaba me decía que no debía demostrarle a nadie de lo que era capaz, más que a mí misma. Ella tiene toda la razón. Nosotros debemos luchar por nuestros sueños, porque nos van a hacer felices a nosotros, no a los demás. Las personas que se sienten realizadas, son las que son completamente felices.

Desde niña recuerdo que me gustaba escribir y en la escuela me encantaba la clase de literatura; sin embargo, no creía en mí. Pensaba que nadie me iba a leer, que se iban a reír de lo que escribiera o que no iba a tener éxito. Tenía la idea de que no valía la pena publicar lo que escribía y durante muchísimos años me dediqué a escribir sólo para mí, hasta que llegó un día en el que decidí arriesgarme, dejar de lado mis miedos y publicar lo que escribía. Para mi sorpresa, hubo personas a las que les gustó, y me di cuenta que de paso estoy ayudando a algunas de ellas, lo que me llena todavía de más alegría. Poco a poco voy cumpliendo mis sueños y se siente una satisfacción enorme al ver todo lo que se puede conquistar con determinación y entrega.

Nunca pensemos que nuestro sueño es muy grande, porque el mundo es de las personas que sueñan en grande y hacen todo para conseguirlo. Si no lo intentan, se van a quedar siempre con la interrogante de qué pudo haber sido y nunca van a saber si lo hubieran podido lograr. Debemos trazarnos metas altas, porque todos tenemos la capacidad para alcanzarlas. Espero que descubran qué es lo que más desean hacer y se pongan manos a la obra para hacerlo… ¡Se van a sorprender de los resultados!

Suscríbete a mi newsletter